¿Por qué varía tanto el precio de la luz?
La principal causa de las fluctuaciones de precio es que el precio del gas está experimentado fuertes subidas y su uso es primordial para la producción de energía en las denominadas centrales de ciclo combinado. Así, cualquier impacto en el precio del gas tiene su repercusión inmediata en el precio de la luz.
Durante el mes de julio, el gas ha tenido el mayor precio de la historia y se ha batido el récord de energía eléctrica generada mediante gas (29% del total en ciclos combinados). La factura hubiera sido mayor sin la aplicación de la medida de limitar el precio del gas, pero el ahorro ha sido insuficiente y además ha provocado, la factura se haya encarecido por tener que soportar el coste también de esta medida.
La compensación del gas en el mercado eléctrico ha penalizado especialmente el horario valle.
El pasado 1 de junio de 2021, entró en vigor en España un nuevo formato de factura eléctrica. En él, se distinguen tres periodos de facturación con precios claramente diferenciados a lo largo de cada día. Habría unas horas valle con un precio especialmente bajo por las noches, unas horas llanas con precio intermedio, y luego una serie de horas punta donde la electricidad sería más cara. A estos periodos con diferentes precios se les conoce como tramos horarios.
Con el gran desbarajuste que llevamos sufriendo en el mercado, estos tramos están dejando de ser coherentes, ya que el precio de las horas en que la luz estaba más barata no deja de subir. En definitiva, que los tramos se han desvirtuado totalmente.
Insistimos en recomendar a todos los socios que reduzcan los consumos, en la medida de lo posible, también en las horas “verdes”, es decir las nocturnas y los fines de semana.
Las continuas olas de calor que estamos sufriendo están disparando el consumo de energía, con más gas y menos renovables para producirla. La generación de las centrales de gas se disparó en junio y julio hasta máximos históricos para cubrir toda la producción eléctrica necesaria y lo hizo en un momento en que el precio del gas se disparó por el pulso de Vladimir Putin a Europa, recortando el suministro de gas a grandes economías continentales y cuando el sistema diseñado por los Gobiernos de España y de Portugal obliga a pagar una compensación a las plantas de gas para cubrir sus costes reales de producción.
La CEA, como muchas más Comercializadoras pequeñas que todavía estamos en el mercado libre, seguimos resistiendo a pesar de que cada vez la compra diaria de la energía para todos sus socios requiere de unos avales, unas fianzas y garantías cada vez mayores por culpa de la incerteza y de la gran inestabilidad del precio en cada hora del día.